¿Cómo hacer que los demás vean a Jesús en nosotros? La clave está en el fruto del Espíritu. Esto ocurre cuando Él produce en nosotros su fruto, cuyo centro es el amor, y una de sus expresiones más necesarias en nuestro tiempo es la paciencia.

La verdadera paciencia se manifiesta en el sufrimiento incomprensible, cuando otros nos decepcionan y al esperar el tiempo perfecto de Dios. Jesús enfrentó todo esto en Getsemaní con una paciencia confiada. No fue resignación, sino la certeza de que la presencia, el poder y el amor del Padre gobernaban cada circunstancia.

Esta paciencia no depende de nuestras fuerzas ni de que las cosas sucedan a nuestro ritmo, sino de la llenura del Espíritu que nace de una relación viva con Jesús.

13/10/2025  - DISPONIBLE AQUÍ